El mayor problema de las personas que padecen sida, pero no lo saben, es que al no ser conscientes de la enfermedad (puede tardar años en manifestarse) es más fácil que la contagien.
El VIH es un virus que ataca al sistema inmunitario. Poco a poco va debilitándolo hasta producir una situación de inmunodeficiencia. El cuerpo se vuelve incapaz de luchar contra las bacterias, los virus o los hongos, que campan a sus anchas produciendo infecciones que, de manera habitual en una persona sana, no producirían ningún problema.
El virus del sida se transmite por sangre o fluidos corporales infectados (sangre, leche materna, semen o fluidos vaginales) por el VIH. Las personas que se encuentren dentro de estos grupos pueden tener más probabilidad de contagiarse:
Para saber si una persona está infectada o no por el virus del sida es necesario detectar los anticuerpos (linfocitos CD4) frente a este virus en la sangre. Estos anticuerpos tardan alrededor de un mes en aparecer en la sangre, antes no se puede detectar.
Este test sirve para utilizarlo en la intimidad de tu hogar sin más instrumentos que los que vienen en la caja.
Solo se puede utilizar una vez, no es reutilizable. Cuando termines de usarlo debes tirarlo al punto SIGRE, el punto de medicamentos caducados o usados que puedes encontrar en cualquier farmacia.
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